Holley J.
A descriptive report of errors and adverse events in chronic hemodialysis units.
Nephrol News Issues. 2006; 20(12):57-63.
Los cuidados enfermeros
tienen como objetivo proporcionar bienestar a las personas pero, en algunos casos,
y debido a una compleja combinación de procedimientos, tecnologías
e interacciones humanas, existe un riesgo inevitable de que se produzcan eventos
adversos. Se han realizado numerosas investigaciones sobre los riesgos hospitalarios,
sin embargo, es mínima la producción científica acerca
de tales eventos adversos en las unidades de hemodiálisis. Este estudio
describe los acontecimientos adversos que se dieron en cuatro unidades de hemodiálisis
de EEUU entre enero de 2004 y junio de 2005. Para esta investigación se
eligieron servicios con características muy diferentes. El tamaño
de las unidades comprendía desde los 45 hasta un máximo de 108
pacientes. La media de tratamientos de hemodiálisis aplicados durante ese
periodo dependía del centro y su capacidad (524 -1.333/mes), así
como el ratio enfermera-paciente de cada servicio (1:3 - 1:9,5). En total, se
notificaron 88 errores que se dieron en los 64.541 tratamientos de diálisis
(1 acontecimiento cada 733 tratamientos). De estos errores notificados la infiltración
de la vía de hemodiálisis (n = 31) y los problemas en el circuito
de diálisis (la n = 19) fueron los más comunes. A priori, y dada
su complejidad, podría parecernos que los equipos de diálisis utilizados
podrían ser motivo de problemas técnicos, pero este fenómeno
ocurrió relativamente pocas veces (30 acontecimientos en 64.541 tratamientos,
o 1 acontecimiento cada 2.151 tratamientos). Se dieron treinta y cinco errores
de medicación (1 cada 2.151 tratamientos); dentro de estos errores, fue
la omisión de una medicación prescrita la causa más común
de error (24/35, el 69%). Nueve pacientes se cayeron y seis de las caídas
ocurrieron después de un tratamiento de diálisis. El dato más
remarcable, es que ningún paciente requirió de hospitalización
como consecuencia de los acontecimientos adversos o de los errores. Los efectos
adversos eran más comunes en las unidades más grandes, pero no parecieron
estar directamente relacionados con el número de pacientes en tratamiento.
Tal y como lo describen los investigadores, los acontecimientos adversos en
unidades de hemodiálisis son comunes y deberían ser incluidos entre
las políticas de mejora de calidad dirigidas a estos centros. Es una línea
de investigación que debería ser potenciada, ya que la seguridad
del paciente es una de nuestras máximas prioridades como enfermeras. Noble
H, Nelly D. Supportive and palliative care in end stage renal failure: the need
for further research . Int J Palliat Nurs .2006; 12(8):362-7. Los cuidados
paliativos son cada vez más importantes en nuestra área de trabajo.
Si bien este tipo de cuidados han tenido su auge y desarrollo en los equipo de
atención a procesos neoplásicos en la actualidad son muchos los
profesionales que trabajan en atender en los procesos finales de la vida a personas
con otras patologías crónicas. En el Reino Unido, existen un directrices
gubernamentales relacionadas con la atención a los pacientes que padecen
una enfermedad crónica en etapas finales de su vida y es en estas directrices
donde se basan los planes de cuidados y de apoyo de pacientes renales que se
describen en este artículo. Los cuidados a estas personas deben ser multidisciplinares
y en colaboración con los propios pacientes para mantener su autonomía
el máximo tiempo posible. La buena práctica incluye establecer canales
de comunicación fluidos con las personas a las que atendemos, para poder
valorar en todo momento cuales son sus necesidades y aceptando sus opiniones
como una parte más de la gestión de los cuidados. Una de las mayores
preocupaciones de muchos de estos pacientes está más relacionada
con el área social que con los cuidados propios de salud y por ello debemos
trabajar de forma muy estrecha con los trabajadores sociales a la hora de desarrollar
los programas y evaluar los cuidados paliativos. Existe muy poca literatura científica
sobre la actuación de enfermería ante un paciente con patología
renal en la fase final de su vida que decide interrumpir el tratamiento. Las enfermeras
no poseen evidencias sobre las que poder aplicar su juicio clínico cuando
se encuentran en estas circunstancias. Tal y como afirman los autores, si revisamos
la literatura sobre pacientes oncológicos vemos que hay una gran reflexión
al respecto, pero no podemos encontrar investigaciones relevantes en el campo
de los cuidados paliativos al paciente renal. Entender el como y porque los
pacientes toman determinadas decisiones difíciles al final de sus días
es crucial para ofrecer un apoyo eficaz y proporcionar cuidados eficientes e indicados
a cada momento del ciclo vital. Tanyi R, Werner J, Recine A, Sperstad R.
Perceptions of incorporating spirituality into their care: a phenomenological
study of female patients on hemodialysis. Nephrol Nurs J. 2006; 33(5):532-8. Aunque
existe una gran cantidad de literatura científica que se basa en el género
son pocos los estudios que se centran en estas tres palabras clave: mujer, espiritualidad
y hemodiálisis. Este estudio de corte cualitativo y de tipo fenomenológico,
pretende poner en debate y entender como las mujeres que están en la fase
final de la enfermedad renal viven la hemodiálisis y como quieren que las
enfermeras cuiden de sus necesidades espirituales. Las autoras realizaron una serie
de entrevistas a un total de 16 mujeres en tratamiento de hemodiálisis.
El contexto donde se desarrollo la investigación fue una ciudad grande
del medio oeste norteamericano. Al hacer el análisis de las entrevistas
se detectaron ochenta y tres párrafos significativos que representan cuatro
grandes temas. Las investigadoras destacan como estas mujeres prefieren que
las enfermeras incorporen la espiritualidad en sus cuidados: (a) demostración
de preocupación real y genuina, (b) que exista un marco de relaciones (c)
la capacidad de iniciar un diálogo espiritual, y (d) la capacidad de movilización
de recursos espirituales. Las participantes expresaron la necesidad de que las
enfermeras expertas en nefrología incorporasen la espiritualidad a sus
cuidados, formándose específicamente en esta área para poder
entender sus necesidades espirituales y poner en práctica unos cuidados
que incorporasen la dimensión espiritual.
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