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Volumen 13 || Número 3 || 2010
e I.S.S.N. 2255-3517 - I.S.S.N. 2254-2884
Editorial
Dolores Andreu-Periz
Editorial
 



Editorial

Como en otros ámbitos sociales la crisis económica está afectando al mundo sanitario; el Gobierno ha adoptado unas medidas de recorte del gasto público, que ya están repercutiendo sobre distintos grupos de ciudadanos, quizás lo más llamativo sea que se han tomado medidas encaminadas a rebajar el gasto farmacéutico y la reducción de los sueldos del personal sanitario. Por otra parte, la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones y la falta de trabajo hace que colectivos muy frágiles se vean especialmente afectados, lo que no repercute precisamente en una rebaja del gasto sanitario ya que es bien conocido que la enfermedad aumenta en relación con el paro y la pobreza.

La Enfermería Nefrológica está viviendo estos momentos con la lógica preocupación, las personas a las que cuidamos dependen para su supervivencia de la sanidad pública, el gasto farmacéutico que generan es importante y muchos por edad y situación son pensionistas, por tanto su incertidumbre y sensación de inseguridad seguro que repercutirá en sus ánimos. No podemos aventurar como repercutirán las medidas encaminadas a rebajar el gasto farmacéutico, ya que tampoco se han concretado demasiado, pero parecen dirigidas a efectuar “descuentos” por empresas y oficinas de farmacia, fórmula que se ha planteado en otras ocasiones y se ha demostrado poco efectiva, el temor a una mayor burocratización que afecte a usuarios y personal sanitarios siempre está presente.

En cuanto a la reducción del sueldo del personal sanitario, producida de manera indiferenciada respecto a otras áreas de la función y los servicios públicos parece demostrar una ausencia de políticas de personal coherentes dirigidas a mejorar la eficiencia y la eficiencia de los sistemas de salud. La argumentación de que las personas que trabajan en la sanidad tienen “asegurados sus puestos de trabajo” se contradice linealmente con los altos índices de temporalidad y de cambios en las condiciones del trabajo que sufre constantemente nuestro colectivo.

Pero nuestra profesión está acostumbrada a capear los temporales y no todo son malas noticias, un ejemplo de la eficacia del colectivo sanitario es que la Unión Europea ha aprobado por amplia mayoría una directiva sobre trasplantes inspirada en el “Modelo Español de Organización del Trasplante” sobradamente reconocido a nivel mundial, sus artífices pueden sentirse satisfechos de esta muestra de eficacia de nuestro sistema público de salud.

También parece que, pese a la crisis saldremos victoriosos del reto que supone nuestra reunión anual, el número de trabajos presentados y el programa propuesto auguran que será un Congreso tan provechoso como siempre.

 

Lola Andreu
Directora de la Revista de la SEDEN


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