Introducción:
Entre los cuidados primordiales de enfermería en el paciente renal, ocupa un lugar importante los cuidados del acceso vascular. Hasta ahora los indicadores de disfuncionabilidad disponibles eran limitados y como consecuencia había una mayor incidencia de complicaciones y pruebas diagnósticas.
Objetivo:
Demostrar el aumento de la vida media del acceso vascular, gracias al módulo de temperatura BTM, monitorizado por el equipo de enfermería.
Material y Método:
Estudio observacional analítico que compara una muestra
de población en 2 períodos de tiempo diferente, en
programa de Hemodiálisis. En el período 2011-2012 se
estudian 45 pacientes. 37 son FAV autólogas y 3 protésicas.
En el segundo período 2015-2016 se valoran 36
pacientes. 24 FAV autólogas y 12 protésicas. Se recogen
los signos y síntomas de alarma presentes en las FAV, las
Fistulografías realizadas e incidencias de FAV no funcionantes
debido a las complicaciones.
Resultados:
Los signos y síntomas con mayor incidencia objetivados son: Trombosis, aumento PV, descenso Kt. En el período 2011 - 2012, el 100% de las protésicas y el 54% de las autólogas precisaron Fistulografía. Observamos una incidencia de FAV no funcionantes de 20,45%. De las cuales 37 % eran protésicas y 16,21 % autólogas. En el segundo período 2015 al 2016, el 15,78% de las protésicas y el 84,21% de las autólogas precisaron Fistulografía. Observamos una incidencia de FAV no funcionantes del 4%. De las cuales el 100% eran autólogas.
Conclusiones:
La medición del Qf, mediante módulo BTM, aumenta considerablemente la vida media de la FAV al permitirnos detectar de manera precoz complicaciones y optimizar la prescripción de Fistulografías.