Introducción:
Desde el punto de vista enfermero, en las unidades de Diálisis nos planteamos la pregunta de si los pacientes pueden o no ingerir alimentos durante la sesión. En nuestra práctica habitual se prueba tolerancia con los pacientes y solo se restringe a aquellos que puntualmente no lo toleran pero sin saber con exactitud si esto está relacionado con la propia ingesta o debido a otros factores no relacionados con ella. La literatura al respecto es escasa y poco concluyente, siendo un tema que repercute directamente en la calidad percibida del paciente.
Objetivos:
Con este estudio nos planteamos evaluar la repercusión hemodinámica de la ingesta intrahemodiálisis mediante la relación con la caída del volumen sanguíneo (CVS) y la tensión arterial (TA).
Metodología:
Se trata de un estudio prospectivo, observacional,
transversal en 22 pacientes adultos en HD. Se excluyeron
los pacientes con contraindicación para la
ingesta intradiálisis. Monitor: ST5008 (Fresenius)
con módulo BVM (Blood Volume Monitor), que permite
monitorizar el volumen relativo de sangre. Se
registran 3 sesiones consecutivas anotando CVS y
TA preingesta y a los 30 minutos, así como todo lo
que ingiere el paciente. Las frecuencias se muestran
en porcentaje. Las variables cuantitativas se presentan
como media y DE (desviación estándar). Para el
análisis de las variables cualitativas se utiliza chicuadrado.
Los datos han sido procesados con el programa
SPSS 15.0 para Windows15.
Resultados:
La edad media de nuestros pacientes fue de 70,9 (12,2)
[40-88] años. 45.5% eran hombres de etiología enfermedad
renal diversa, predominando la nefropatía diabética
(22,7%). El 13,6% de los pacientes tenía una técnica
de HD convencional mientras que el 86,3% tenía
HDF on line. De los 22 pacientes, 10 de ellos toman café,
4 yogur, 14 pan, 8 toman galletas y 3 fruta. Un 68,2%
portaba una fístula arteriovenosa (FAV) y el 31,8% un
catéter (CT). El 27.3% de los pacientes presentaba función
renal residual (FRR). La media de tiempo programado
en sesión era de 259 (10.5) [255-300] min. La
CVS máxima media fue de 12 (3.3) [5.1-16.4] %, y
la CVS relacionada con la ingesta de 3.5 (2.1) [0-9.5]
%. La caída de la TAS y TAD media de 3.8 (17) y 4.4
(16) mm Hg respectivamente. No hemos encontrado relación
de mayor CVS o TA con el tipo de ingesta ni la
cantidad. No encontramos diferencias estadísticamente
significativas en relación con la ingesta y la hipoTA ya
que ningún paciente presentó episodios de hipotensión.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes presentaron
CVS post ingesta (85.6%) y esta se relacionó de forma
estadísticamente significativa con el acceso vascular
(p=0.001), presentando mayor CVS los pacientes portadores
de CT con respecto a los portadores de FAV y con
la FRR (p=0.048).
Conclusiones:
Para concluir vemos que en nuestros pacientes la ingesta intraHD produce una CVS en la mayoría de los pacientes pero sin repercusión hemodinámica. Esta es mayor en los pacientes portadores de CT y en los que no tienen FRR, todo esto podría representar una medida indirecta de una peor situación vascular.