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XIV Premio de Investigación
en Enfermería Nefrológica Janssen-Cilag. Accésit
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Valoración nutricional de enfermería de lospacientes
tratados con hemodiálisis en uncentro periférico |
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Juan Manuel Manzano Angua
María Dolores Nieto Granados
María del Carmen Sánchez Cornejo
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Centro
de diálisis C.A.M.EX. S/A
Bellavista
(Sevilla)
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RESUMEN:
El objetivo del estudio fue el describir el estado nutricional
de nuestros pacientes y analizar algunos factores de riesgo
de malnutrición.
La muestra de estudio la constituyeron 47 pacientes. Los datos registrados
fueron: medidas antro-pométricas, marcadores nutricionales bioquímicos,
otros parámetros clínicos, datos demográficos yfactores
de riesgos.
Los pacientes presentaron una desnutrición calórica leve, un
estado proteico normal y un compartimiento graso normal según los valores
medios del pliegue subescapular, la circunferencia braquial y el índice
de Quetelet. Los marcadores bioquímicos reflejaron malnutrición
excepto el colesterol y la dosis de diálisis. A excepción de
la ta-sa de generación de urea, todos los parámetros clínicos
estaban dentro de la normalidad. Respecto a los factores de riesgo, destacó el
alto porcentaje de pacientes con procesos infecciosos previos al estudio.
Destacaron las correlaciones significativas entre las medidas antropométricas,
el tiempo en hemodiálisis y la tasa de catabolismo proteico, el índicede
Quetelet con la edad y la correlación inversa entre la circunferencia
braquial y la dosis de diálisis. La albúmina no tuvo ninguna
correlación.
Entre las conclusiones destacamos: la malnutrición calórica es
más frecuente y antecede a laproteica según las medidas antropométricas.
El factor de riesgo más influyente en la malnutriciónfueron las
infecciones. Los pacientes más jóvenestendían más
a la desnutrición. Nuestros pacientesacumulaban grasa con la edad y
la albúmina resultó ser un marcador poco específico del
estadonutricional.
PALABRAS CLAVE: |
HEMODIÁLISIS
MALNUTRICIÓN
ANTROPOMETRÍA
PARÁMETROS BIOQUÍMICOS
FACTORES DE RIESGO |
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ABSTRACT:
The objective of this study was to describe the state of nutrition of our patients
and analyse somerisk factors of malnutrition.
The sample for the study was made up of 47 patients. The data recorded were:
anthropometric measurements, biochemical nutritional scores, ot-her clinical
parameters, demographic data andrisk factors.
The patients presented a slight caloric malnutrition, a normal state of protein
and a normal distribution of fat according to the measurements ofthe subscapular
fold, the arm circumference and theQuetelet index. The biochemical scores reflected
malnutrition apart from cholesterol and the dose ofdialysis. With the exception
of the rate of urea production, all the clinical parameters were within thenormal
range. With respect to risk factors, the highpercentage of patients with infected
processes previous to the study, was highlighted.
Significant correlations were emphasized amongthe anthropometric measurements,
the time indialysis and the rate of protein catabolism, the Quetelet index
with the age and the inverse correlation between the arm circumference and
dose of dialysis. The albumin had no correlation.
Among the conclusions we pointed out: caloricmalnutrition is most frequent
and is followed byprotein malnutrition according to the anthropometric measurements.
The most influential riskfactor in malnutrition was infection. Younger patients
had more tendency towards malnutrition.Our patients accumulated fat with age
and the albumin proved to be an unspecific measure of thestate of nutrition.
PALABRAS CLAVE: |
HEMODIALYSIS
MALNUTRITION
AMTHROPOMETRICS
BIOCHEMICAL PARAMETERS
RISK FACTORS |
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Correspondencia:
Juan Manuel Manzano Angua
c/ Estrella Sirio, n°17, 2°-D
41015 Sevilla |
INTRODUCCIÓN
La valoración nutricional es compleja debido a que noexiste un único
método que valore de manera precisa y fiable el estado de nutrición(1),
recurriendo al estudio complementario de diversas técnicas, entre ellas
mencionar la antropometría, bioimpedancia, densitometría, absorciometría
dual por rayos X, análisis clínicos, exploraciones físicas,
historias clínicas, valoración global subjetiva, encuestas dietéticas,
etc... Pues no se trata de medir un soloparámetro, sino que siguiendo
el esquema clásico de Blackburn son diversos los compartimentos que
constituyen al cuerpo humano y por tanto a valorar(2).
Actualmente no existen unos criterios establecidos porconsenso científico
para clasificar el grado de desnutrición, tan sólo las guías
DOQI proporcionan unos valores límites para algunos marcadores nutricionales
bioquímicos como la albúmina, prealbúmina, creatinina
eíndice de creatinina, colesterol, tasa de catabolismo proteico, bicarbonato
y transferrina, por debajo de los cuales hablamos de malnutrición(3).
Los objetivos que nos planteamos en el presente estudio fueron los siguientes:
a.-) Describir el estado nutricional de nuestros pacientes mediante medidas
antropométricas, marcadores nutricionales bioquímicos y otros
parámetros clínicos.
b.-) Analizar si existe alguna asociación entre los parámetros
nutricionales utilizados.
c.-) Describir y analizar algunos factores de riesgo que podrían estar
relacionados con el estado de malnutrición de nuestros pacientes.
MATERIAL Y MÉTODOS
La muestra de estudio la constituyeron 47 pacientes deun total de 69 que
recibían tratamiento sustitutivo con he-modiálisis (HD) en nuestro
centro periférico C.A.M.EX.SA, ubicado en Bellavista (Sevilla); 22 pacientes
(31.9%)fueron excluidos al no cumplir los siguientes “criterios deinclusión”:
a.-) Tiempo que reciben tratamiento con HD en nuestro centro
no inferior a 6 meses (7 excluidos).
b.-) Voluntariedad para ser incluidos en el estudio (5 excluidos).
c.-) Ausencia de alteración en la alineación
fisiológica dela columna vertebral (1 excluido).
d.-) Pacientes varones con estatura comprendida entre153 cm
y 188 cm y mujeres con una estatura comprendida entre 145 cm y 175 cm, (3 excluidos).
e.-) Otros motivos: (6 excluidos)
Los datos recogidos fueron los siguientes:
a.-) Datos demográficos y factores de riesgo: edad,sexo,
tiempo en HD (meses), enfermedad renal primaria, n° patologías concominantes
tales como hipertensión arterial (HTA), insuficiencia cardíaca
congestiva (ICC), angor, infarto agudo de miocardio(IAM), broncopatías,
enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), arteriosclerosis,
enfermedad multivasos, hiperparatiroidismo, artritis, etc..., hepatitis por
virus C (VHC), diabéticos y existencia de procesos infecciosos, ingresos
hospitalarios y/ocatéteres transitorios en los 6 meses previos al estu-dio.
b.-) Medidas antropométricas: talla post-HD en cm,peso
post-HD en Kg, circunferencia del brazo (CB)en mm, pliegue cutáneo de
grasa subescapular (PCS) en mm, índice de masa corporal o índice
deQuetelet (IMC) en Kg/m2.
c.-) Marcadores nutricionales bioquímicos: albúmina(g/dl),
creatinina (mg/dl), nitrógeno ureico plasmático (BUN mg/dl),
colesterol (mg/dl), dosis de diálisiscalculada mediante el Kt/V y tasa
de catabolismoproteico calculada mediante el PCR (g/Kg/d) paraestimar la ingesta
proteica.
d.-) Otros parámetros clínicos de laboratorio: hematocrito
(%), hemoglobina (g/dl), ferritina (m/ml),proteínas totales (g/dl),
urea (mg/dl), tasa de generación de urea (GEN(UREA)g/d), triglicéridos
(mg/dl),potasio (mg/dl), calcio (mg/dl), fósforo (mg/dl) eiPTH (pg/ml).
Se trató de un estudio descriptivo, transversal y correlacional realizado
en el año 2001. Los instrumentos demedida fueron una cinta métrica
inextensible, un calibrador de panículo adiposo tipo Trimeter®,
una báscula digital y un tallímetro. La medición de los
parámetros antropométricos se realizó al término
de la sesión de diálisis de mitad de semana siguiendo las normas
descrita por Alastrué (4). Las mediciones fueron realizadas por un solo
observador previamente entrenado y siguiendo las recomendaciones sobre el perfeccionamiento
de las medidas antropométricas descritas en las guías DOQI(3).
Los valores obtenidos del PCS y CB se expresaron con arreglo a su relación
porcentual con los valores del percentil 50 de una población sana de
referencia del mismo grupo de edad y sexo descrita por Alastrué(4).
Todos los parámetros clínicos de laboratorio que se usaron en
nuestro trabajo correspondieron al programa deextracción de analítica
establecido en nuestro centro, con el fin de no someter a extracciones de sangre
adicionales a los pacientes. El Kt/V se halló mediante el método
de Daugirdas de 2ª generación. El PCR y la GEN(UREA)seobtuvieron
mediante programa informático usando laurea pre-HD y la urea post-HD
de mitad de semana coincidiendo con la determinación del Kt/V. Tanto
el Kt/V, el PCR y la GEN(UREA)se corrigieron para el peso secoactual del paciente
y su función renal residual. Las muestras post-HD fueron extraídas
a los 2 min por el métododel bajo flujo de bomba, para evitar el efecto
de la recir-culación del acceso vascular y de la cardiopulmonar.
Los marcadores nutricionales bioquímicos que hemos empleado para valorar
el estado de nutrición fueron losdescritos por las guías DOQI
de junio del 2.000(3), a excepción de la transferrina, prealbúmina
y del bicarbonato sérico. En los niveles de la albúmina sérica
se ha tenidoen consideración las diferencias entre las determinaciones
según el método colorimétrico con bromocresol verde (BCG)
y la electroforesis(3).
Por último, se estudio la asociación lineal entre el estado nutricional
valorado mediante la antropometría conlos marcadores nutricionales bioquímicos,
otros parámetros clínicos y los factores de riesgo de malnutriciónque
hemos seleccionado.
Para el análisis estadístico se empleó el programa informático
SPSS versión 11.0 para Windows. La síntesis dedatos cuantitativos
se realizó bien con la media más sudesviación típica,
bien mediante la mediana y su rango, atendiendo a la distribución de
normalidad de los datossegún la prueba de Shapiro-Wilk. La distribución
de frecuencia expresada en porcentajes se usó para los datos cualitativos.
El grado de asociación lineal entre variables cuantitativas se analizó mediante
el coeficiente de correlación de Pearson. Se consideró una significación
estadística con valores de p<0.05.
RESULTADOS
La figura 1 muestra las diferentes etiologías de la IRCT de nuestros
pacientes y la tabla 1 describe sus datos demográficos y factores de
riesgos analizados.

El conjunto de nuestros pacientes presentó una desnutrición
calórica leve con un valor medio del PCS (mm) de 15.5±9.1
y un estado nutricional proteico normal con un valor medio
de la CB (mm) de 28.5±3.8. La complexión corporal
fue normal según el compartimiento graso estimado mediante
el valor medio delIMC, el cuál fue de 24.9±4.2.
Una valoración más específica mostró que
el 32% (n=15) de los pacientes presentaban un estado nutricional
calórico normal y del68% (n=32) de los pacientes desnutridos,
el 17% (n=5) presentó una malnutrición calórica
severa. El 85.1%(n=40) de nuestros pacientes presentaron un
estado nutricional proteico normal, no detectándose
ningún caso de malnutrición proteica severa entre
el 15% (n=7) de los desnutridos proteicos. Las figuras 2, 3
y 4 muestran el estado nutricional antropométrico según
el PCS, laCB y el IMC.



Los marcadores nutricionales bioquímicos del conjuntode
los pacientes reflejaban un estado de malnutrición,
alestar descendidos respectos a sus valores diana, a excepción
del Kt/V y el colesterol sérico. Los pacientesvalorados
como normonutridos calóricos tenían descendidos
los niveles de PCR y creatinina sérica, en cambio, los
normonutridos proteicos además tenían descendidos
los niveles de albúmina y de BUN. Los pacientescon peor
estado nutricional, es decir, con malnutrición calórica
severa y malnutrición proteica moderada, presentaban
la ingesta de proteínas más baja según
las ci-fras del PCR y únicamente el colesterol sérico
estuvo descendido en relación al valor diana en los
pacientescon peor estado nutricional proteico. La figura 5
muestra los diferentes porcentajes de pacientes que presentan
los marcadores nutricionales por debajo de los niveles límites
de malnutrición.

La tasa de generación de urea fue el único de
los parámetros clínicos que en el conjunto de
los pacientes estuvo descendida respecto a los niveles recomendados
ylas cifras de ferritina sérica estuvieron ligeramente
elevadas. La tabla 4 describe los niveles de los marcadoresnutricionales
bioquímicos y restantes parámetros clínicos
del conjunto de los pacientes.
Los pacientes normonutridos calóricos tenían los nivelesmás
altos de triglicéridos y tasa de generación de urea y los más
bajos de potasio y ferritina sérica. Los normonutridos proteicos presentaron
los mismos resultados que los anteriores a excepción del potasio, pero
además tuvieronlas cifras más bajas de calcio, fósforo
e iPTH. Los malnutridos calóricos severos tuvieron las cifras más
bajas de hematocrito, hemoglobina, triglicéridos y tasa de generación
de urea y los más elevados de ferritina, proteínas totales eiPTH.
Las mismas características presentaron los moderadamente desnutridos
proteicos, excepto los triglicéridoscomo más bajos y la iPTH
como más elevadas.
En relación a los datos demográficos y factores de riesgos destacamos
que los pacientes normonutridos calórico-proteicos valorados mediante
el PCS y la CB, presentaron las edades medias más altas, así sus
edades respectivas fueron de 58.1±16 y 54.1±14.3 años.
Las edades medias más bajas las tuvieron los pacientes con malnutrición
calórica moderada (45.6±14.4 años) y malnutrición
proteica moderada (37.3±4.2 años). Cuando distribuimos las edades
en mayores y menores de 50 años, el 82.6% (n=19) delos < de 50 años
presentaron malnutrición calórica frenteal 52.3% (n=13) de malnutridos
calóricos con más de 50años. En cambio, la desnutrición
proteica estuvo presenteen el 26.1% (n=6) de los pacientes < de 50 años
versusal 4.2% (n=1) de los pacientes > de 50 años.
La malnutrición calórica estimada según el PCS estuvopresente
en el 67.7% (n=21) de los pacientes varones frente al 68.7% (n=11) de las mujeres.
Respecto a la malnutrición proteica, ésta la presentaron el 16.1%(n=5)
de los varones y el 12.5% (n=2) de las mujeres.
Los pacientes con hepatitis C fueron valorados como malnutridos calóricos
según el PCS en el 28.1% de loscasos (n=9) y de malnutrición
proteica en el 14.3% (n=1). En cambio, el 30.8% (n=4) de los pacientes diabéticos
tenían malnutrición calórica y el 23.1% (n=3)fueron estimados
con malnutrición proteica.
En relación a la presencia de catéteres transvenosos transitorios
en los 6 meses previos al estudio, mencionar que el 13.3% (n=2) de los pacientes
normonutridos calóricos estimados mediante el PCS fueron portadores,
frente al 6.2% (n=2) de los malnutridos calóricos que los requirieron.
Ninguno de los pacientes estimados de mal-nutrición proteica según
la CB habían sido portadorescatéteres transitorios.
En cuanto a los ingresos hospitalarios, el 31.2% (n=10)de los pacientes malnutridos
calóricos según el PCS requirieron de algún ingreso hospitalario,
frente al 20%(n=3) de los normonutridos calóricos que ingresaron.No
obstante, el 30% (n=12) de los pacientes normonutridos proteicos valorados
con la CB necesitaron algún ingreso hospitalario versus al 14.3% (n=1)
de los mal-nutridos proteicos.
Presentaron infecciones catalogadas con una temperatura superior o igual a
38.5°C el 64.5% (n=20) de los pacientes valorados mediante el PCS de malnutrición
calórica frente al 20% (n=3) de los normonutridos proteicos que la padecieron.
El 42.9% (n=3) de los malnu-tridos proteicos tuvieron infecciones versus al
35%(n=14) de los normonutridos según la CB. La tabla 3 detalla los factores
de riesgos analizados en los pacientes normonutridos y malnutridos calórico-proteicos
estimados mediante el PCS y la CB.
Los pacientes que llevaban menos tiempo recibiendo tratamiento con HD (40.7±28.7
meses) presentaron malnutrición proteica moderada según la CB
y los que recibían HD desde hacía mayor tiempo (84.4±51.7
meses) tuvieron un estado de desnutrición calórica leve estimada
mediante el PCS.
Se encontró una correlación muy significativa entre los parámetros
antropométricos, así el IMC y el PCS presentaron un valor del
coeficiente de correlación de Pearsonr= 0.7 (p<0.001) y con la CB
un valor de r=0.8(p<0.001). El PCS y la CB tuvieron un coeficiente de correlación
lineal de Pearson de r=0.7 (p<0.001). Otras correlaciones directas significativas
a mencionar fueron lashalladas entre el PCR y el PCS (r=0.3, p<0.05) y el
colesterol sérico con la CB (r=0.3, p<0.05). El Kt/V se correlacionó de
forma inversa y significativa con la CB (r=-0.4, p<0.05). Destacar que la
albúmina no obtuvocorrelación lineal significativa con ninguno
de los paráme-tros antropométricos, bioquímicos ni analíticos
utilizadosen el estudio. La edad tuvo una correlación directa signifi-cativa
con el IMC, la CB y el colesterol, cuyos valores respectivos del coeficiente
de correlación de Pearson fueron,(r=0.4, p<0.01, r=0.3, p<0.05
y r=0.3, p<0.05), encambio, presentó una correlación inversa
significativa con la creatinina con un valor de r= -0.4 (p<0.01), con elKt/V
(r= -0.3, p<0.05) y con el PCR (r= -0.4, p<0.05).El tiempo en HD se correlacionó significativamente
con la creatinina (r=0.3, p<0.05), el PCR (r=0.3, p<0.05) y conlas proteínas
totales (r=0.4, p<0.01).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La prevalencia de malnutrición en los pacientes conIRCT en HD varía
según diversos autores lo que se ex-plica en parte por los diferentes
métodos de valoraciónusados(6). Nuestros resultados sobre el
estado nutricionalantropométrico no difieren respecto al de otros compañeros
a pesar de utilizar criterios de clasificación diferentes(7).
La desnutrición en HD ha sido atribuida fundamental-mente a una baja
ingesta calórica-proteica debido alefecto anorexígeno de las
toxinas urémicas en pacientesinfradializados(6). Paradójicamente,
nuestros pacientes incluso aquellos con peor estado nutricional calórico-proteico
según el PCS y la CB recibían dosis de diálisis ele-vadas
con un Kt/V ≥1.3. Este hecho podría explicarsepor la estandarización
del tipo de hemodiálisis con independencia de la complexión corporal
de los pacientes,pues el Kt/V se asoció de forma inversa con la CB (r=
-0.4, p<0.05). Otros autores han encontrado asociaciónentre la ingesta
proteica calculada mediante el PCR y ladosis de diálisis, lo cual no
se encontró en el conjunto denuestros pacientes, probablemente debido
al alto valorpromedio del Kt/V como apuntan otros estudios(6).
La hipoalbuminemia se asocia a una mayor morbimorta-lidad y actualmente es
conocido que su origen es multi-factorial y puede estar relacionada con factores
no nutricionales como situaciones comórbidas e inflamación (6,8).En
nuestro estudio se ratifica lo anterior, pues el conjun-to de nuestros pacientes
tuvieron los niveles de albúminasérica <3.7 g/dl, e incluso
los pacientes normonutridos desde el punto de vista antropométrico.
Además, fue elúnico marcador nutricional que no se asoció significativa-mente
con otro marcador ni bioquímico ni antropométrico.
Los pacientes con un estado nutricional proteico normalpresentaron la mayoría
de los marcadores nutricionalesbioquímicos descendidos, hecho que no
se observó en los pacientes normonutridos calóricos, por tanto,
podemos decir que las reservas calóricas son más sensibles adéficit
nutricionales bioquímicos y descienden antes que las proteicas. Además,
las ingestas proteicas estimadasmediante el PCR nos pueden proporcionar una
información indirecta sobre las reservas de grasas, al encontrarse una
asociación significativa entre PCR y el PCS(r=0.3, p<0.05).
Como sucede en otros estudios(8), nuestros pacientestienden a acumular grasa
con la edad, atendiendo a las correlaciones significativas encontradas: (edad-CB,
r=0.3, p<0.05; edad-IMC, r=0.4, p<0.01). Respecto al hallazgo encontrado
en relación a las edades de los pacientes con peores estados nutricionales
según el PCS y la CB, los cuales resultaron ser los más jóvenes,
se podría explicar porque estos pacientes en su mayoría hansido
diagnosticados de IRCT desde la niñez, por tanto, han tenido un desarrollo
biopsicosocial influenciado porfactores negativos, tales como trastornos hormonales,
restricciones dietéticas, tratamientos, la propia técnicade diálisis,
problemas de relaciones sociales con otrosniños, etc, que pueden originar
el que presenten los déficit más evidentes tanto de grasas como
de proteínas somáticas o musculares.
Una de las consecuencias directas de la desnutrición es la mayor susceptibilidad
a contraer infecciones como consecuencia de la disfunción linfocitaria
que puede ocasionar, como describen algunos autores(9). Esta mayor exposición
a procesos infecciosos provoca a su vez un estado hipercatabólico, debido
al aumento de la secreción de interleukinas-1 (IL-1) por monocitos y
macrófagos, que estimulan la síntesis de PGE2 muscular induciendo
la proteólisis, cuya situación clínica hipercatabólica
induce a ladesnutrición y ésta a su vez facilita el hipercatabolismo
por infecciones, entrando en un ciclo cerrado, que si nose interrumpe con un
adecuado y precoz soporte nutricional, la supervivencia del paciente aparece
seriamentecomprometida(8). Por tanto, los pacientes valorados demalnutrición
calórico-proteica mediante la estimación delPCS y la CB deben
ser considerados como pacientes conun alto riesgo de padecer infección,
al estar más inmu-nodeprimidos que los normonutridos, de ahí,
que este co-lectivo de pacientes fueran los que en mayor porcentajepadecieron
procesos infecciosos.
El tiempo en HD del conjunto de los pacientes se aso-ció de forma directa
con el PCR (r=0.3, p<0.05), las proteínas totales (r=0.4, p<0.01)
y la creatinina sérica(r=0.3, p<0.05), por tanto, podemos sospechar
comohipótesis plausible, que los pacientes aumentan las in-gestas de
proteínas en sus dietas a medida que llevan más tiempo en tratamiento
con HD, como consecuen-cia de sus propias experiencias y al mejorar su estadourémico,
aunque paradójicamente, el tiempo en tratamiento no se asoció con
ningún otro marcador nutri-cional bioquímico, y los pacientes
normonutridos, tanto calóricos como proteicos, no fueron los que llevabanmás
tiempo en HD. Por el contrario, también podemos sospechar que el tiempo
en HD incrementa el índice de catabolismo proteico, pues existen estudios
donde relacionan la malnutrición en diálisis con la existencia
de un proceso inflamatorio crónico de causadesconocida, aunque parece
deberse en parte a algún factor relacionado con la propia técnica
de diálisis queprovoca la liberación de interleukinas-6 (IL-6),
la cualentre sus efectos se encuentra la estimulación de la degradación
de proteínas musculares(6), fenómeno que puede justificar las
cifras elevadas encontradas de PCRy no reflejar un mayor incremento de las
ingestas proteicas.
Entre las conclusiones cabe mencionar:
a.-) La impresión visual de la complexión corporal de los pacientes
estables en tratamiento con HD es engañosa en un alto porcentaje, al
camuflar alteraciones nutricionales y cuando nos hace sospechar de una posible
desnutrición, ésta se encuentra en estados muy avanzados y en
ocasiones con daños irreversibles.
b.-) La desnutrición calórica además de ser más
frecuente que la proteica es un preludio de ésta y los marcadores nutricionales
bioquímicos usados actual-mente para estimar la ingestas proteicas nos
pro-porcionan información cualitativa sobre los depósi-tos calóricos.
c.-) La albúmina sérica resultó ser un marcador bioquímico
poco específico del estado nutricional, a pesar desu uso generalizado
para la valoración del estado denutrición de los pacientes con
IRCT en tratamientocon HD. El colesterol sérico únicamente descendió enla
desnutrición proteica moderada siendo, por tanto,poco específico.
La tasa de generación de urea resultó ser el parámetro
clínico que mejor presentaba suscifras en concordancia con los estados
nutricionales calóricoproteicos según el PCS y la CB.
d.-) Los pacientes con edades inferiores a los 50 añospresentaban una
mayor tendencia a los peores estado nutricionales estimados mediante medidas
antro-pométricas que los pacientes de más de 50 años.Además,
nuestros pacientes tendían a acumular grasa con la edad.
e.-) La hepatitis C, la diabetes, el sexo, los catéterestransvenosos
transitorios, el tiempo en HD y el número de patologías concurrentes
no influyeron en la aparición de malnutrición calórico-proteica
estimadamediante el PCS y la CB.
f.-) Los pacientes valorados de malnutrición calórico-proteica
según el PCS y la CB, padecieron más procesos infecciosos en
los 6 meses previos al estudio que los valorados como normonutridos. Por tanto,
las infecciones fueron el factor de riesgo más influyente en elestado
de malnutrición de nuestros pacientes.
Por último destacar el papel tan importante que debemos de asumir la
Enfermería en relación a la educación sanitaria de nuestros
pacientes respecto a la ingesta adecuada de nutrientes, pues a pesar de los
múltiples estudios que desvelan los déficit nutricionales, los
consejos dietéticos continúan limitándose a restricciones
y en muy pocos casos se les plantean la libertad de dietas ylos aportes dietéticos
farmacológicos.
AGRADECIMIENTOS
Nuestro más sincero agradecimiento a todos los com-pañeros que
nos han facilitado la elaboración del presente estudio con su colaboración
y en especial a losdoctores Mª de los Ángeles Guerrero Riscos y
a MiguelÁngel Gentil Govantes.



BIBLIOGRAFÍA
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