ImprimirImprimir

Volumen 15 || Número Suplemento 1 || 2012
e I.S.S.N. ISSN: 2555-3517 - I.S.S.N. ISSN: 2254-2884
Heparinización directa al paciente versus heparinización del circuito extracorpóreo
Luz del Carmen Cabrera Castro, Ana Soraya Gómez David, Mónica Martín Cano, José Luis Pizarro León
HEPARINIZACIÓN DIRECTA AL PACIENTE VERSUS HEPARINIZACIÓN DEL CIRCUITO EXTRACORPÓREO
   HEPARINIZACIÓN DIRECTA AL PACIENTE VERSUS HEPARINIZACIÓN DEL CIRCUITO EXTRACORPÓREO

 
    

Luz Del Carmen Cabrera Castro,
Ana Soraya Gómez David,
Mónica Martín Cano,
José Luis Pizarro León

Centro de Diálisis Diaverum Torremolinos. Málaga  
 


RESUMEN

INTRODUCCIÓN

La mayoría de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis (HD), precisan una dosis de heparina para evitar la coagulación del circuito extracorpóreo, siendo la dosis ideal la que consiga el efecto anticoagulante justo con las mínimas repercusiones sistémicas al paciente.

El tipo de heparina que se ha venido utilizando habitualmente es la heparina sódica no fraccionada (HNF), siendo sustituida cada vez más por la heparina de bajo peso molecular (HBPM), que es la que utilizamos en nuestro centro. Ésta permite una administración única al inicio de la HD, además de ofrecer mejor tolerancia clínica.

La técnica habitual para la heparinización del circuito extracorpóreo consiste en administrar un bolo único, a través de la línea arterial del circuito durante el inicio de cada sesión de HD. Actualmente estamos llevando a cabo la administración de la heparina directamente al paciente, a través del acceso vascular, justo antes de la conexión al monitor de HD.

OBJETIVOS

  • Comprobar si a través de una heparinización directa al paciente antes de comenzar la sesión de hemodiálisis, en lugar de a través de la línea arterial del circuito, como se venía haciendo habitualmente, se logra disminuir la dosis de heparina.

MATERILA Y MÉTODOS

SHemos realizado un estudio prospectivo de seis meses de duración. La muestra está constituida por 56 pacientes crónicos de nuestro centro de hemodiálisis, de los cuales 18 son mujeres y 37 son hombres, con edades comprendidas entre los 20 y los 70 anos, portadores tanto de fístula arterio-venosa como de catéter venoso central.

CONCLUSION

La administración directa de HBPM al paciente, justo antes de iniciar el tratamiento, en lugar de a través de la línea arterial del circuito, reduce la cantidad de heparina necesaria en cada sesión, minimizando así la posibilidad de efectos adversos derivados del uso de dicha medicación.