El estreñimiento crónico (EC) es un síntoma muy frecuente
en pacientes en (DP) y está asociado a múltiples
complicaciones abdominales, como fecalomas, obstrucciones
gastrointestinales (GI), divertículos y peritonitis
por translocación bacteriana. La motilidad intestinal
está regulada por un complejo y dinámico equilibrio,
entre péptidos gastrointestinales inhibidores vs. Estimulantes
(PI-GI/PE-GI). En el estado urémico el perfil
de estos péptidos se encuentra alterado. En este estudio
analizamos la relación entre el equilibrio de estos péptidos,
la presencia de estreñimiento y el estado nutricional
de un grupo de pacientes en DP. Incluimos 48 pacientes
no diabéticos en DP. El EC fue definido de acuerdo al
cuestionario diagnóstico ROME-III que incluye preguntas
como: frecuencia y consistencia de las deposiciones,
la fuerza para defecar, y el uso de laxantes. Así mismo
recogimos la cantidad y tipo de quelantes del fosfato y
potasio y medicamentos anti-H2. Realizamos además
una encuesta nutricional de 3 días incluyendo un día de
fin de semana, calculamos así la cantidad de calorías,
proteínas, grasas y fibra ingerida por los pacientes. Los
pacientes con DM fueron excluidos ya que el perfil de
estos péptidos puede estar basalmente alterados. Incluimos
un grupo de controles sanos (n=10), matcheados
por edad y sexo. Las determinaciones de laboratorio en
suero incluyeron:
1. Parámetros de resistencia insulínica (RI): glucosa,
insulina, glucagón y péptidos-C. En condiciones normales
estos péptidos son reguladores de la liberación
de PI-GI y PE-GI por el páncreas y el aparato GI
2. PI-GI: neuropeptido-Y y polipeptido inhibitorio gástrico.
3. PE-GI: colecistoquinas y óxido nítrico
4. Marcadores nutricionales: valoración global subjetiva,
prealbúmina, albúmina, colesterol, transferrina e
IGF-1.
5. Citoquinas pro-inflamatorias (CPI) inhibidores de la
motilidad gastrointestinal (GI): PCR, TNF-A e IL-1.
Ya que el principal estímulo para la motilidad GI es
la ingesta alimenticia, dimos a todos los pacientes
una ingesta estándar con (FresubinTM) y determinamos
dichos péptidos antes y después de su ingesta
(basal, 30, 60 y 90 min). EC estuvo presente en 19
(12 mujeres) de los 48 pacientes estudiados. Basalmente
todos los pacientes presentaron niveles elevados
de CIP y PI-GI. Así mismo presentaron curvas
más elevadas de CIP y PI-GI después de comer que
los no estreñidos o los controles. Las curvas de PI-GI
mostraron paralelismo con las de péptidos asociados
a RI, sugiriendo una estrecha relación entre la RI y
la motilidad GI. Los EC también utilizaban mas quelantes
de calcio y fosfato, menor ingesta de fibra y
peor estado nutricional.
Conclusiones:
El EC en pacientes en DP está asociado a un desequilibrio
entre PI-GI/PE-GI, con predominante de los primeros.
La mayor liberación de PI-GI y CIP después de
comer (curvas elevadas) guardan una estrecha relación
con la intolerancia hidrocarbonada del urémico y el
estado inflamatorio sistémico. En relación al papel de
enfermería en la evaluación del hábito intestinal, urge
la creación y/o validación de una encuesta que incluya
parámetros como la ingesta y cantidad de quelantes.
Con ello podremos diagnosticar prematuramente los
síntomas, establecer factores de riesgo, evitar complicaciones
y dar el tratamiento médico y los consejos nutricionales
pertinentes.