Introducción:
Las principales causas de pérdida de las Fístulas Arterio- Venosa (FAVI) son la trombosis y la estenosis. El buen funcionamiento del mismo requiere una adecuada y estrecha monitorización para la detección precoz de las posibles complicaciones evitables.
Objetivos:
El objetivo principal de nuestro estudio es resaltar la
importancia de la monitorización conjunta del equipo
multidisciplinar (enfermería-nefrología) de los pacientes
portadores de FAVI, así como de la cuidadosa
actuación de enfermería en las canulaciones diarias.
Planteamos también el uso complementario de imágenes
de fistulografías como apoyo en nuestro trabajo
diario ante la no disponibilidad de otros métodos (ECO,
Qa .., Q intraacceso).
Material y Método:
Estudio descriptivo transversal y retrospectivo desde
marzo 2015 - marzo 2016 de eventos (trombosis / estenosis/
infección/aneurismas) de FAVIS de los pacientes
de la unidad. Nuestra muestra consta de 19 pacientes
con 57,8% FAVI (70% HC y 30 % RC), 5% PTFE
y 42% catéteres permanente. De ellos, se recogieron
los datos epidemiológicos y clínicos (Tabla 1) junto a
los datos relevantes (PA, PV, Qb, Kt, recirculación…)
de cada uno de los 4 pacientes con detección precoz de
complicación. Se realizaron 4 fistulografías diagnósticas
por flujo insuficiente, kt inadecuados y PV elevadas.
Para analizar los datos se utilizó SPSS 11,5. Resultados:
Tras valoración conjunta enfermería –nefrología
de imágenes radiológicas y modificación de canalizaciones,
se objetivaron diferencias en el descenso de PA
media 16,67 ± 8,1 y de PV media 31,43 ± 26,77 y
ascenso de Qb media 60 ± 21,4 y kt media 10,43 ±
4,39. El 50% de las fistulografías realizadas presentaron
estenosis crítica y el 25% estenosis no significativa.
Eventos de AV totales de 19 pacientes: estenosis:
36%, infección y aneurismas críticos: 0% y trombosis
27%. Teniendo en cuenta que de las FAVIs con complicaciones
estenosis/trombosis hubo 0% reparaciones
quirúrgicas y ACTP, 1% requirió nueva FAVI y 18%
se optó por por catéter permanente. Supervivencia de
FAVI en nuestra unidad es del 72% anual. No hubo
muertes relacionadas con los procedimientos ni complicaciones
tras fistulografías.
Conclusiones:
Una monitorización estrecha y una técnica adecuada de punción, se consideran factores que prolongan la supervivencia de las FAVIS y disminuye las complicaciones. Consideramos la necesidad por parte del equipo multidisciplinar de una atención protocolizada de los accesos vasculares.