Al iniciarse el año, las autoridades
sanitarias presentan numerosos balances de actividades
que permiten valorar la eficacia del sistema. Uno de
los datos que más interesan a la Enfermería
Nefrológica son los que hacen referencia a la
actividad trasplantadora y por esto queremos reflejar
aquí alguno de los excelentes resultados presentados
por la Organización Nacional de Trasplante conrespecto
al pasado 2003. España sigue ocupando una vez
más un lugar de privilegio con relacióna
otros países sanitariamente avanzados, ya que
en un censo de 42,7 millones de habitantes se han realizado
2131 trasplantes renales, lo que supone un incremento
del 4,9% respecto al año anterior. El trasplante
renal de donante vivo experimentó un incremento
del 76% (34 en 2002frente a 60 en 2003), representando
el 1,4% del total de trasplantes. Se han registrado 1446
do-naciones, lo que ha supuesto un incremento del 2,6%
y cabe destacar que durante este período también
se ha registrado un porcentaje de negativas familiares
a la donación (19%) más bajo.
En la actualidad, el perfil de donante de órganos en España es
un varón de 50 años que ha fallecido de una hemorragia cerebral;
tan sólo un 20% de los donantes han perdido la vida en un ac-cidente de
tráfico, mientras que el 21% tiene menos de 30 años.
No obstante, y pese a la gran labor de todos los profesionales implicados, de
la excelente estructura organizativa de la ONT y de la solidaridad de nuestra
sociedad, el número de pacientes en lista de espera se mantiene prácticamente
estacionado y a fecha 1 de enero de 2004 había 3933personas a la espera
de un nuevo riñón. Por tanto, el esfuerzo debe continuar en el
difícil intentode superar estos excelentes resultados. Iniciativas de
la enfermería como la celebración de reu-niones dedicadas al tema,
trabajos de investigación presentados en dichas reuniones y publicadosen
nuestra revista, sin duda contribuirán a ello. Es de destacar que, en
este sentido, la SEDEN está ultimando un libro en el que personas relevantes
del mundo del transplante han colaborado de forma absolutamente desinteresada
para favorecer el mejor conocimiento del cuidado del enfermo trasplantado.
Lola Andreu